La hostilidad por motivos de género y LGBTQI+ está en el programa político de Hungría y de Polonia. Aunque el contexto social de los dos países es muy diferente, la situación política es parecida: los partidos gobernantes han elegido a la comunidad LGBTQI+ como enemigo y se afanan en movilizar a la población en su contra.
Un análisis comparativo examina las estrategias de los actores pertinentes destinadas a intensificar la campaña de odio contra la comunidad LGBTQI+ en los dos países. El análisis se concentra en el contexto político, social y jurídico, el relato de la movilización, sus actores y las redes internacionales. La sociedad húngara es, en su mayoría, individualista y poco religiosa, mientras que en Polonia la iglesia católica ejerce gran influencia en la población. No obstante, los partidos gobernantes de los dos países – el Fidesz en Hungría y Ley y Justicia (PiS) en Polonia – consideran que el país sufre el ataque de un enemigo llamado "ideología/propaganda de género y LGBTQI+".
En ambos países, los principales actores de la movilización son los partidos gobernantes. El Fidesz húngaro apoya a los movimientos anti-LGBTQI+ mediante la dotación de fondos, la organización de actos, la configuración del discurso público, la elaboración de políticas, la creación de asociaciones y la fundación de nuevas organizaciones. En Polonia, aunque el PiS es el partido con más recursos para la movilización, está muy influido por la iglesia católica y por la organización de reflexión y análisis conservadora Ordo Iuris.
El año 2015 fue un punto de inflexión en ambos países: el Fidesz dio un giro hacia la extrema derecha y el PiS obtuvo la mayoría parlamentaria. En cuanto a los derechos del colectivo LGBTQI+, los dos países son igual de restrictivos a la hora de limitar la adopción por personas del mismo sexo y el reconocimiento jurídico del cambio de sexo. Sin embargo, Polonia es más restrictiva en lo que respecta a las uniones civiles entre personas del mismo sexo (que, en cambio, son legales en Hungría desde 2009), y en algunos municipios se han declarado "zonas libres de LGBT", como se les denomina. Por su parte, Hungría es más restrictiva en lo que respecta a la educación de menores sobre temas relacionados con el colectivo LGBTQI+.
El relato de género y anti-LGBTQI+ en los dos países se basa en una supuesta "ideología de género y LGBTQI" que ataca la "normalidad", los valores conservadores y las familias. Culpan sobre todo a la izquierda, a las élites liberales, a Occidente y a la oposición nacional por difundir la supuesta propaganda.
La conexión con actores internacionales desempeña un papel fundamental en la legitimación de las políticas del Fidesz. Esto no es tan importante en Polonia, puesto que el gobierno construye sus propias redes dentro de Europa Central y del Este.
Las fotografías se tomaron durante un acto paralelo al Orgullo de Budapest.
Toleranz für Diversität