Los "Principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos" de la ONU son claros: los Estados deben respetar, proteger y garantizar los derechos humanos. Lo mismo se aplica a las empresas, que también deben cumplir las leyes y respetar los derechos humanos. Si se violan estos derechos, debe haber recursos jurídicos. 

Los ministerios y los departamentos de reglamentación de las grandes empresas tienen capacidad para abordar estas cuestiones. A las pequeñas y medianas empresas (PYMES) les resulta más difícil aplicar los principios rectores de la ONU. No obstante, si consideramos que las PYMES constituyen la gran mayoría de las economías, sus prácticas en materia de derechos humanos son tanto o más importantes que las de las grandes empresas. "Hablé con clientes, entre los cuales había directores de operaciones y responsables de sostenibilidad. Muchos de ellos dijeron que querían cumplir los compromisos empresariales y de derechos humanos, pero no sabían cómo hacerlo", afirma Edmund Bon. Edmund es uno de los abogados de derechos humanos más destacados de Malasia y socio activista regional de derechos humanos de la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad (FNF) del Sudeste Asiático y Asia Oriental. En 2020, tuvo la idea de elaborar un manual para PYMES sobre el cumplimiento de los derechos humanos ("GuideKit for SMEs on Human Rights Compliance"). Edmund pidió la colaboración de expertos.