En cuanto a la independencia de los medios de comunicación, los dos bandos políticos de los encuestados húngaros son conscientes de que la mayor parte de los medios están financiados por el gobierno y, por tanto, no son objetivos. En Polonia, la situación es diferente en cada uno de los bandos políticos: los partidarios de la oposición consideran, en su mayoría, que las noticias polacas están sesgadas por la influencia del gobierno y de la iglesia católica, mientras que los partidarios del gobierno, por su parte, creen que los medios de comunicación dependientes son los que están financiados por políticos y patrocinadores privados.

Las entrevistas con los expertos de los dos países apuntaron a la necesidad de que los periodistas locales luchen contra la propaganda oficial del gobierno. Los expertos también hablaron de la poca financiación que obtienen y de las presiones políticas. Sienten la necesidad de buscar financiación no gubernamental. En los dos países, los medios públicos son una fuerte competencia para los medios locales independientes. Se les impide entrevistar a políticos partidarios del gobierno y los anunciantes prefieren poner sus anuncios en medios afines al gobierno.